Sin novedad
Treinta años volviendo del
trabajo por el mismo camino, con el río -siempre constante, pero distinto- a su
izquierda, con las mismas diferentes personas paseando a pie o en bicicleta por
su margen. Hasta con los mismos dispares pájaros acudiendo a dormir en los
árboles de la ribera.
Ese día se encontraba algo hastiado de la rutina, así que decidió cambiar el
trayecto. Estaba preguntándose qué diferentes vivencias le ocasionaría aquello cuando
una sombra negra le enturbió el ánimo: Algo nuevo puede ser bueno, aunque
también malo. Dicen que al otro lado del río viven personas poco aconsejables,
incluso alguna vez han asaltado a los coches que pasan. Quizás no debería haber
cambiado mis costumbres, se dijo mientras encaraba con el coche la calle de
ese otro lado del río. Pasados pocos minutos todo seguía tranquilo; la música
de Radio 3 seguía siendo igual, diferentes artistas y canciones, pero todos pertenecientes
a similares gustos minoritarios. En estos pensamientos andaba cuando
repentinamente algo lo sorprendió.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno.
Apunta su pistola hacia mi cabeza, cierro mis ojos y bang, estoy muerto.
Vaya, qué violenta fue
esa… letra de canción.
Fantástico, como siempre..
ResponderEliminarMuchas gracias, Esteban
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