Una escapada para siempre
Serenidad. Debo mantener la calma. Veamos la situación: tengo la pierna izquierda atrapada entre las rocas. Y probablemente esté rota porque duele que no veas. Aunque eso no debe preocuparme ahora. El problema es la marea está subiendo y ya me llega el agua por el pecho. Pero hay que ser positivo, solo ha pasado media hora desde que me separé de los colegas y si no escuchan mis gritos, es porque se habrán liado con las tías en topless que teníamos al lado. Ya vendrán.
-Oye, ¿y Richi?
-¡Coño, es verdad! Ya decía yo que iba muy cómodo aquí atrás en tu mierda de coche.
-Mi coche será una mierda, pero es un coche y tú no tienes ni bici, capullo.
-Vale con la discusión, tíos. Volvemos a por Richi, ¿no?
-Anda ya, seguro que se ha liado con alguna de las topless que teníamos al lado. Déjalo que disfrute.
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